Uno se puede presentar por el nombre, por los títulos…
                                    sin embargo, yo me voy a presentar por mis convencimientos.
                             Me gusta el mundo de las personas, sus logros y sus posibilidades
                        y los por qué de sus desdichas.
                   Me motivan los buscadores, especialmente los que saben conjugar el verbo hacia el bien.
              Aunque hay otras búsquedas que me gustan menos,
           igualmente suele hacerse Cristo el encontradizo.
       Por eso, me conmueven los que tienen que trabajar entre escombros, basuras, excrementos, minas, pecados…
   ¡Esa gente llena de bien mis entrañas!
Me siento impotente ante los que hablan u opinan desde las vísceras más que desde los argumentos… y llegan incluso a darme repugnancia…
Me agrada la gente perdonada, la que ha saboreado el don del perdón, me llevo bien con ellos… porque es desde abajo desde donde uno llega a entender al que peca…
Entiendo mas y me siento mas cercano con los que piden perdón que con los que perdonan… porque el que pide perdón siempre está agradecido del perdón recibido, mientras que el que perdona no suele olvidarse de la cara del otro ni de la ofensa que le hicieron.
Siento necesidad de anunciar y comunicar lo que he oído y me haya impactado y lo que he aprendido o experimentado…
Me gusta este mundo en obras y esta época de crisis aún a sabiendas del dolor de muchos, porque sé que el Purgatorio no es lugar de frenada sino de aceleración…
Me duelen las críticas, como a cualquiera, pero temo más a quienes las creen que a quienes las hacen…
He llegado a entender que las cruces, los errores o los pecados que uno ha cometido o sufrido en la vida son una forma de aprender a hacer bien las cosas…
He aprendido que las cruces que se aceptan con generosidad, se viven y se olvidan, y ya no vuelven a doler más.
Lo he aprendido también que Dios no me ha garantizado fuerzas para llevar las cruces de hoy y las de mañana juntas. Dios da las fuerzas necesarias para las cruces de cada día, para las de mañana, tendré que esperar a mañana. Vivir hoy las cruces de mañana es llevar exceso de peso.
Me lo ha enseñado la vida... y la fe, que, muchas veces, son más las cruces imaginarias que las cruces reales. Muchos tienen más cruces en la cabeza que sobre sus hombros. ¿No crees que ya son suficientes las cruces de verdad, como para inventarte otras nuevas?
Las cruces son para ser llevadas a hombros, pero, te lo aseguro, si las llevas con el corazón pesan mucho menos. El corazón tiene más aguante que los hombros.
Creo que el verbo más bonito del diccionario es el verbo restaurar…
He aprendido que para ser obra de arte hay que superar mucha presión…
Estoy aprendiendo a vivir, porque a vivir se aprende, como se aprende a bailar, a nadar, a perdonar… y pobre el que no haya aprendido a… la vida es pura artesanía…
Sé que la vida tiene valles, barrancos, veredas, caminos, ríos, afluentes, subidas…
He aprendido que, como el tren, la vida necesita dos raíles: la familia y la Iglesia… Y quien así vive nunca descarrila. Si ven a alguien descarrilado es, o porque ha desoído los sabios consejos de la familia o los santos consejos de la Iglesia, o los de ambos.
He aprendido que las buenas cosas hay que transmitirlas como el tizón en mi casa…
Me llevo alumbrando, ya muchos años, con la luz que me da aquél que mataron un día por… Por ahora veo bien. No me ha hecho falta echar mano a otras baterías o generadores… aunque algunas veces ande entre sombras.
Suelo contemplar mucho a las personas, la originalidad con la que Dios creó a cada uno, mas para ver los dibujos que trazan con sus gestos y posturas que para analizar sus costumbres o formas de vida… o para juzgarlos.
No suelo escandalizarme por casi nada porque sé que yo también puedo ser o caer en todo, lo mismo que todos somos capaces tanto de lo mejor y más sublime como ser tentados de lo peor. Ruega a Dios por mi.
Creo y afirmo que hay un único Dios y que éste me ha querido siempre, aunque trabajo y sangre le haya costado…
Creo y afirmo que Dios siempre nos mira con una mirada creativa.
Creo que la Confesión es un derroche de gracia, una oportunidad, un camino.
Me agrada la simbología de la vela y del girasol: a una no le importa desgastarse si con ello sirve para otros y del otro he aprendido su fidelidad…
Y por último, creo que el cristianismo tiene denominación de origen, aunque algunos cristianos no pasemos el control de calidad…
Tengo más miedo a mi dejadez y comodidad que a mis propias incapacidades, y sé que he de tener más cuidado con mis faltas de caridad que con mis oraciones. Que al humilde, al obediente y al noble le llegan a perdonar hasta sus pecados, mientras que al desganado y al perezoso, al desabrido y al soberbio se la tienen guardada.
Hablar con claridad es otra de mis convicciones, mas bien, hablar desde el corazón, comunicar lo que siento, sin miedo a lo que piensen o al qué dirán. Cuando lo hago, veo que toco corazones, incluso aunque no estén de acuerdo con lo que diga, o les repugne lo que he vivido. ¡Hay pocas cosas tan reconfortantes como estar al lado de un perdonado!
Lo sé, lo veo y estoy convencido de que yo soy hoy el resultado, la mezcla de mi vida pasada y Dios, y que mi futuro estará relacionado o será consecuencia de cómo viva y dirija mi vida hoy… y sé también que en la vida nada está cerrado del todo.
Sé también que lo más valioso que uno puede enseñar son sus heridas curadas, sus cicatrices de operaciones superadas, sus pecados perdonados: son la perla preciosa que adorna toda una vida.
Y también creo, para pena de mi alma, que es más fácil destruir un átomo que un prejuicio… ¡Ese juicio maldito, esa etiqueta que nos hemos puesto unas personas a las otras!.
La vida es demasiado importante como para desperdiciarla sintiendo lástima por ti mismo o como para que te la pases castigándote una y otra vez. Levántate y sigue adelante. Hay que servir de regocijo, no de lástima.
Y, por último, déjate querer…
Déjate querer por Dios, déjate querer. Déjate amar por Dios… Déjate amasar como el barro en manos del alfarero. Déjate guiar por su mensaje y sus enseñanzas, sigue sus caminos… Te lo aseguro, son los mejores del mundo. Y conseguirás eso que todos deseamos…  resultados agradecidos, o mejor, frutos sabrosos… ¡ser felices!... Y si no, pregúntaselo a los santos.
Creo mas en lo fecundo que en lo eficaz. Una bola de árbol de navidad es eficaz en el árbol, adorna… sin embargo una naranja es fecunda, es el fruto fecundo del naranjo, tiene vida dentro.
Y esto sólo se logra desde la fe porque la fe es una fuente de energía… Porque tú sabes que la fe arregla una vida con pocas cualidades (Fray Escoba)
La fe es indispensable en la vida, como la quilla en la estructura de un barco o de un velero...
Y sin fe, se puede perder un juego (un partido) cuando ya lo teníamos casi ganado.

Mis convicciones

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